Oración

Señor, sabes que me hago viejo y que la gente mayor,
inconscientemente, nos apartamos a veces de la realidad
y nos hacemos cargantes. Líbrame Señor de la costumbre
de creer o pensar que siempre tengo que decir algo en
todas las conversaciones. Líbrame del deseo de poner
orden en los asuntos de los demás. Hazme servicial pero
no autoritario, Señor. Fréname para que no explique
detalles sin fin. Ciérrame la boca cuando vaya a hablar
de mis enfermedades aunque estas aumenten Señor. Ayúdame
a encontrar incluso satisfacción escuchando los males
de los otros con verdadera paciencia. No me atrevo a
pedirte que me des más memoria pero si te pido tener más
humildad y menos jantancia cuando intente explicar mis
batallas de la vida pasada. Enséñame la lección de que
no siempre tengo razón, de que puedo estar equivocado.
No me dejes ser una persona que además de vieja sea
amargada. Hazme capaz de descubrir todo el bien que
existe en cualquier persona y en cualquier lugar, y de
reconocer las virtudes de aquellos a quien los otros
no las reconocen. Concédeme, Señor, no ser pesado y
reiterativo en explicar demasiadas veces lo mismo y
de no ser estorbo para ninguno. Así sea.